Estoy segura de que a todos nos ha sucedido, que luego de presentarse
una situación engorrosa, aparece una persona que dice ser nuestra amiga y nos
dice: ´´Cuando te oí hablar de eso, te lo iba a decir, pero no quise opinar´´.
Sería excelente si emitiéramos los juicios antes de que ocurriera el
evento, que generalmente es malo, o quedarnos callados y no venir a privar en adivino, afirmando que sabíamos que eso iba a
suceder.
Lo más grande del caso es, que en ocasiones, a esa persona sabelotodo, le hemos pedido la opinión antes de tomar la
decisión, y luego de aparentar que está de acuerdo, cuando todo sale mal, arranca
con el incómodo discurso, sin pensar que debió recordar las palabras de
los sacerdotes al momento de celebrar una boda: ´´Hable ahora o calle para
siempre´´.