Cuando me faltaban tres asignaturas para completar el pénsum de la carrera de Psicología en la Universidad de la Tercera Edad (UTE), fui invitada por una persona amiga , compañera y excelente profesional, la cual estaba en la misma situación académica que yo, pues ambas calificábamos para empezar nuestra pasantía.
Aunque estaba
comprometida verbalmente con otra persona muy especial para mí en ese entonces,
a ella le quedaban más materias, por esta razón, acepté la propuesta luego de
negociar de manera amistosa mi cambio de planes.
Formamos un gran equipo y como poseíamos inteligencia y
responsabilidad, nuestro trabajo fue excelente.
Realmente
ella era quien tenía todos los contactos
ya que pertenece a una clase social muy aventajada , en esos momentos me sentí muy
orgullosa de que ella hubiese pensado en mi para ese proyecto, ya que
siempre he afirmado que estudiar es la única forma de poder trascender a una
clase social que esté por encima de la nuestra.
La idea de
hacer la pasantía en este lugar fue de ella y a mí me encantó, empezamos a
trabajar en el mes de septiembre del 2003.
Las terapias
la hacíamos en cualquier rincón, mi primera paciente fue una chica apresada por
introducir drogas en la vagina….CONTINUARA.