No sé si a alguno de ustedes, seres humanos e imperfectos, como dice una amiga mía, les ha sucedido que
se enteran de algo que pasó, y luego de haberlo comentado a otras personas, se dan cuenta de que no es verdad, dando esto como resultado que tienen que darle a
la tecla de ``reinicio``, y aclarar que nada era igual como fue contado.
No tiene que ser nada de peligro, puede ser algo trivial, pero aun así es
muy incómodo, aclarar lo que no debió decirse sin evidencias.
Recuerdo que cuando mis hijos estaban chiquitos, yo les decía que si
pasaban por un sitio y oían un pedazo de una conversación, bajo ningún concepto
la repitieran, ya que es posible que hubiese un antes y un después de eso que
oyeron.
La invitación es no difundir aquello de lo cual no tenemos pruebas.