viernes, 25 de noviembre de 2022

LA NECESIDAD TIENE CARA DE HEREJE

 




LA NECESIDAD TIENE CARA DE HEREJE

22-11-22

 

Siempre escuchaba a mi difunta madre repetir, en algunas ocasiones, el siguiente refrán: “La necesidad tiene cara de hereje.”

Especialmente utilizaba esta expresión cuando alguien cometía un error, creyéndose la gran cosa, pero la situación se le ponía tan difícil, que se arrepentía, e inclusive, tenía que pedir perdón.

No sé por qué razón esto ha venido de manera tan repetida a mi mente, he querido justificarlo, debido a que siempre he sentido una gran fascinación por esas expresiones populares, tan certeras, como son los refranes.

Me puse a investigar: primero, qué significa la palabra hereje y encontré varias definiciones. Elegí aquella que dice que son personas que niegan los dogmas establecidos en una religión. Fuente: https://dle.rae.es/hereje

Ahora bien, lo que más llamó mi atención, fue lo siguiente:

Necessitas caret lege  se puede traducir del latín como: la necesidad carece de ley. La frase fue mal interpretada en el castellano como: la necesidad tiene cara de hereje. El desvío debe fomentarse entre los desconocidos del latín, entre las clases no educadas. Es posible que al pronunciarla encontremos resonancias entre caret y cara, y lege y hereje. Esta deformación fue recogida y recreada por Luis de Góngora en uno de los versos de la letrilla Dineros son calidad (1601) :

No hay persona que hablar deje
al necesitado en plaza;
todo el mundo le es mordaza,
aunque él por señas se queje;
que tiene cara de hereje,
y aun fe, la necesidad:
verdad

La deformación popular mantuvo la connotación disidente de la locución original y lo hizo con la figura del hereje que puede ser entendido como alguien que no reconoce la ley o el orden. Pero puede decirse que la esencia de la frase original se sostiene con el sacrificio de la gramática al asumirse una forma no resuelta. La utilidad y significado de la máxima se ponen de manifiesto en su propio sacrificio”. Fuente_https://www.ernestooroza.com/la-necesidad-tiene-cara-de-hereje/

 

Después de tanto investigar, analizar y teorizar, llegué a la conclusión de que acepto como buena y válida la afirmación del pueblo, pero me queda la duda: ¿Cómo tendrían la cara los herejes?

 

 

jueves, 3 de noviembre de 2022

 


No dejemos que el miedo nos paralice

El Covid, además de cualquier daño físico que pueda dejar en las personas, independientemente de que nos hayamos contagiado o no, ha dejado algunas mentes sumamente afectadas.

En mi caso particular, mi vida era muy diferente cuando salía bien temprano de la mañana para mi lugar de trabajo y regresaba en ocasiones, de noche. Muchos episodios que se daban en el barrio, generalmente no eran de mi conocimiento.

Ahora, mi situación es muy diferente, debido a que inicié los trámites de pensión, lo que significa que la mayor parte del tiempo estoy en mi casa, pero siempre estoy activa, escribiendo y generando cosas positivas.

No sé si es porque todos los moradores del barrio saben que soy psicóloga, pero una gran cantidad de las personas que me abordan, vienen a contarme cosas negativas que nada me aportan, es como si yo tuviera un letrero que dijera: “Descárguense en mí.”

Como las situaciones que me afectan me duran poco, me hice un autoanálisis, llegando a la conclusión de que me estoy poniendo dramática y miedosa, a tal extremo, que pensaba cancelar una actividad a la cual estoy loca por asistir, con la excusa de que la cosa está muy peligrosa para andar de noche…

Antes de ponerle punto final a mi comportamiento me hice las siguientes preguntas:

– ¿Es la primera vez que vives en un barrio?

– ¿Desde cuándo permites que tantas personas vengan a contarte cosas trágicas?

– ¿Dónde está esa mujer activa que cuando quiere ir a ver a un artista, o un show de su gusto, contrata a un taxista y se va?

Luego de analizar y sacar conclusiones, a la primera persona que vino a saludarme, y que es reincidente en hablar de cosas negativas, con toda la delicadeza del mundo, le dije: “a partir de hoy, mis oídos están cerrados para esos fines”.

Todos los días suceden cosas buenas y malas, pero estas últimas, suenan más. Mi exhortación, es que hay a que vivir siempre tomando las precauciones de lugar, reconociendo las amenazas para que aprendamos a defendernos y cuidarnos. Lo más traumático de tener miedo, es permitir que este nos inmovilice.

Por Epifania de la Cruz (epifaniadelacruz@ gmail.com / www.renacerparatodos.net)

*La autora es psicóloga clínica

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