Siempre he meditado mucho sobre lo difícil que es la vida de los
artistas, apenas vemos lo que sale a escena, pero jamás nos imaginamos lo duro
que es. Una vez pertenecí al coro de la Universidad de la tercera edad ,y a
veces ensayábamos durante meses una canción, cuya duración al presentarla
duraba apenas unos minutos.
Pienso en el stress que deben sentir cuando van a presentar un gran
espectáculo, solo de pensar si se enferman el día antes, o el mismo día.
En el caso de los actores me imagino que difícil debe ser realizar una
escena de besos con alguien que padece halitosis (mal aliento) o tener que
repetir una escena de sexo una y otra vez.
Debe ser causa de mucha ansiedad, en el caso de los cantantes, cuando
tienen dificultades con su manager, muchas veces se hunden en el anonimato, y
no sé cómo se mantienen económica y
emocionalmente, todo el tiempo en que permanecen fuera del
escenario, es indudable que muchos caen en depresión y en vicios, como
por ejemplo el alcohol.
En otro orden, quizás mostrándome algo ignorante en la materia, pienso
que un porcentaje alto de los actores cuando ejecutan algunas escenas, llevan
las emociones más allá de la simple actuación, de no ser así no se formaran tantas
parejas luego de compartir los papeles asignados.
Pienso también que sus organismos también son afectados, dejando sus huellas, la ira y la pena expresadas por un
personaje.Si en algunas ocasiones no
son trabajadas por un profesional de la conducta, pueden afectar de
manera permanente su personalidad.
He sabido de actores que para desprenderse de un personaje han tenido
que someterse a largas sesiones de terapia…Muy dura la vida de ellos.
Autora: Epifania de la Cruz.
Autora: Epifania de la Cruz.