Muchas veces
he afirmado de manera jocosa, que el ladrón que intente robarme, va a ir en
´´coche´´, expresión usada por nosotros los dominicanos, como sinónimo de que
no va tener que coger lucha, siempre me he dicho a mí misma, que en medio de un
atraco, doy obedientemente todo lo que pidan, y si los nervios lo permiten, le
hago sentir que es dueño del poder.
Como está demostrado científicamente el efecto que
tienen las palabras y pensamientos en nuestro cerebro, pienso que eso
contribuyó con el estado de serenidad que mantuve cuando fui despojada de mi
cartera, el pasado martes 19/917.
Algunas
personas en mi lugar, hubieran gritado: ¡Un ladrón, un ladrón!, provocando con
esto, que todos los ´´tigueres´´ del barrio, le cayeran detrás, pero en
fracciones de segundos, solo pensé en mi vida, ella tiene un valor incalculable
para mi…No sé exactamente cuántas
personas en el mundo entero, se aman tanto como yo. No hay dinero en el mundo
que pueda comprar a esta negrita , que viniendo del subterráneo, ha sido capaz
de lograr la mayoría de las cosas no materiales que dan felicidad a los seres humanos.
Reaccionar de
manera agresiva en estos casos, es darle poder al diablo para que los
delincuentes aumenten con orgullo su
record de personas que han perdido su
vida enfrentándose a ellos, por defender simples cosas
materiales.
Las gracias
al gigante, por permitir que siga viviendo, escribiendo, gozando de mi familia,
de las personas que corresponden a mi cariño, de las cosas simples que me dan
emociones, y por poder tener la virtud ver belleza donde otros ven basura.