Después de leer el artículo publicado cuyo tema era la felicidad, es posible que algunos hayan caído en un estado de reflexión…Eso sería maravilloso, pues significaría que entendieron el mensaje.
Yo, por mi parte nunca he imaginado mi felicidad dependiendo del dinero, claro que si este llegara,
maravilloso, pero realmente nunca he
molestado a Dios pidiéndole fortuna, inclusive le he dicho a él que si me va a
dar bonanza económica quitándome algo de
lo que tengo, que me deje así, siempre he sido una luchadora acostumbrada a
buscármela como una fiera.
Cómo soy feliz?...Disfrutando como un niño con un juguete nuevo las
cosas que me gustan…Aparte de estar bien con Dios y cuidar mi familia como debe
cuidarse una plantita a la cual le echamos siempre su agüita y abono, soy muy feliz
dando amor, pero lo exijo también en igual o mayor proporción…Todo el que ama, tiene
el derecho a recibir amor, oí que el amor es una calle de doble vía.
Es posible que las cosas y actividades que a unos vuelven locos a otros
le sean indiferentes, en mi caso, estoy segura de que hay que ser medio loca
para desvelarse cuando se acerca la ida a un resort, o a ver una obra de teatro, pero donde caigo en
un estado de gravedad mental es cuando haciendo todos los sacrificios del mundo
voy a ver a un artista que me gusta.
Siento que soy tan feliz porque tengo la plena seguridad de que todas las cosas que me gustan no le
hacen daño a nadie: Bailar, ir al cine, el teatro, ver artistas, ir al circo,
comer a la orilla del mar, hablar con personas que me aporten…Pero hay otra
cosa que contribuye a mi felicidad: Huir
de las personas negativas, sin metas, aburridas y conformistas.