En reiteradas ocasiones he manifestado la ausencia de química entre
nuestra conductora de televisión, Mariasela Álvarez y yo, pero, reconozco que
su programa tiene buenos contenidos.
Hubo un tiempo que, tratando de sobrellevar su arrogancia, veía el
programa todas las noches, pero, para evitar que me diera un soponcio, solo me
detengo a verlo, si cuando estoy cambiando canales, veo algo en su programa que
capta mi atención.
Esto precisamente fue lo que sucedió la noche del pasado jueves, cuando,
en una sección de su programa en la cual se recrea un bar, invitó a tres excelentes
ginecólogos dominicanos, quienes respondieron con mucha naturalidad y sin
perder la compostura. Sin importar cuan atrevidas fueran las preguntas, formuladas
por el trío de chillonas interruptoras: (Mariasela, Diana y Faride).
Uno de ellos afirmó que las mujeres, generalmente, cuando acudimos a
ellos, nos preocupamos por la higiene íntima; sin embargo, su concentración es a lo interno, ellos solo se enfocan
en los órganos a examinar, nunca se fijan si la paciente se ha rasurado o no.
Todos estuvieron de acuerdo en que no les importa trabajar con
familiares o con esposas de los amigos… Todo iba muy bien, hasta que el más
joven de ellos, con toda la espontaneidad que debe caracterizar a un
verdadero profesional, dijo que un detalle que quizás podría notarse,
son los pies… Ay mi madre, nunca se
me habría ocurrido pensar en algo así.
Las comunicadoras perdieron la compostura, confieso que me pasó lo mismo…
Pobrecitos, ya que en la posición en que nos colocamos, ellos pueden percibir
cualquier olor a descuido, precisamente en los ´´pies´´.
Moraleja: Antes de ir al ginecólogo, piense en él y preocúpese por esa
parte de su cuerpo, ya que la misma, al ser examinada, le queda más cerca de su
nariz que la parte que en realidad se está examinando.