En un país bello y tropical nació un niño llamado Adrian, hijo de unos padres que lo adoraban y que eran capaces de dar la vida por él, además tenía un hermanito más chiquito,a quien, a pesar de que era muy molestoso, quería con el corazón.
Los padres trabajaban mucho, pero a veces no podían darle todo lo que Adrian quería, especialmente en un tiempo en que el padre estaba desempleado.
Un día Adrian les faltó al respeto a sus padres y les dijo:
-¡NO QUIERO VIVIR AQUÍ, NACI EN LA FAMILIA EQUIVOCADA! Rompiendo con esto el corazón de sus padres.
Luego al acostarse Adrian soñó lo siguiente:
Un mago con voz potente le dijo:
-Adrian Nte oí decir lo del hogar equivocado y estoy aquí para ayudarte, te voy a mostrar dos hogares para que elijas en cual quieres vivir.
-Wao!!, dijo Adrian, me parece fabuloso…
-Debajo de un gran manto salió la primera casa, era bella e iluminada, tenía mucho lujo, había mucho dinero, carros, yates, pero en ella estaban solos y tristes los sirvientes, debido a que los dueños siempre estaban viajando, pero si Adrian quería podía quedarse ahí con la servidumbre, ellos se encargarían de cuidarlo, tendría mucho dinero, pero amor no, ni podría llevar a su hermanito…
-Adrian reflexionó y dijo: Ay no, me moriría sin mi hermanito…
-Te mostraré la otra, dijo el mago.
-Esta vez la casa era más grande que la anterior, tenía todo lo que un ser humano podía desear, razón por la cual Adrian aceptó encantado, pero su sorpresa fue enorme, ya que luego de haber aceptado el trato no podía arrepentirse… Iba a vivir en esa casa, pero jamás volvería a ver a sus padres, ni a su hermanito ni a ninguno de sus demás familiares.
Sudoroso y dando muchos gritos, Adrian despertó, se abrazo a sus padres, les pidió perdón y agradeció a Dios que sólo había sido un sueno…. ¡Qué susto!
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