Cada día al
levantarme, antes de cualquier actividad, leo la novena del Divino Niño, a él le
pido sabiduría para enfrentar el diario vivir,pero ante todo, le pido SALUD,
para todos mis seres queridos y para mi.
Hoy desde que
regresé de nuestra caminata habitual,
todas los situaciones se conjugaron para
que perdiera los estribos... Pero aguanté, sobrevivi!
NO se imaginan
de qué forma me le escapé a las jugarretas del diablo para que me pusiera en
malas con Dios.
Soporté mal
humor de otros, entaponamientos en las
calles, que las cosas se hicieran en el tiempo de otros y hasta sobrevivi a algunas
expresiones que pudieran hacer que el
ánimo se me cayera, pero cómo dicen
algunas personas por mi barrio: Y es kaki?
Sobreviví al
montarme en una guaguita que se parececía al “tronco móvil” de Pedro
Picapiedras sin pensar que no es lo que merezco,todo lo contario,pensé que para
manejar ese tipo de vehículo, debe haber algunos estudios especiales,porque realmente
cualquiera no califica para manejar esas guaguitas.
Luego de mil
peripecias llegué airosa a mi lugar de trabajo y bendije mi día debido a que no me di el lujo de comparar las
cosas como son con las que deberían ser...SIMPLEMENTE SOY!
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