Todas las mañanas
mientras me arreglo para ir al trabajo oigo mi emisora favorita: Estrella 90
(90.5FM). Es un inicio del día lleno de energía.
Desde la 7:00 A.M. hay
una pareja de jóvenes conduciendo una sección que se llama LEVANTATE, en ella
siempre tienen una serie de comentarios que aportan muchísimo.
El pasado lunes hablaron
de la razón por la cual la mayoría de los hombres, al terminar de hacer el amor
con su pareja, tienden a cambiar de posición, a dormirse, a pararse de la cama
, a fumar un cigarrillo, y si es una relación furtiva hasta se paran de la cama y se ponen la ropa.
La mujer en cambio es
diferente: luego de finalizado el acto
le gusta que la abracen y que se queden a su lado; en algunos casos podría
interpretar que el hombre sólo la quería para desahogar sus instintos…
Lo maravilloso del caso
es que este comportamiento tiene una explicación científica: las mujeres
tenemos algo que los hombres no y es una hormona maravillosa que se llama
Oxitocina, llamada la hormona del amor.
La misma se activa
durante las relaciones sexuales y es la responsable de que la mujer quiera ser
añoñada, consentida, acurrucuda.
A partir de ahora, todo hombre que lea este artículo,
si acostumbra a despegarse de su pareja después de amarla, debe saber que haciendo lo contrario tendrá más beneficios y
mejor respuesta sexual, y en cuanto a la mujer, si adquiere este conocimiento
dejará de pensar que el hombre no la quiere. No es su culpa, no tiene oxitocina
ya que lamentablemente sólo es propiedad
de nosotras.
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