viernes, 18 de septiembre de 2015

MEJOR NO JUZGAR




Siempre tiendo a evadir los temas trágicos debido a que tengo un grado de sensibilidad bastante elevado, pero hay situaciones que por más que deseemos obviarlas es imposible.

Hace muy pocos días supe de la noticia de que a un padre de esta ciudad se le olvidó su bebecito con apenas siete meses en el vehículo y obviamente la criatura no resistió y murió asfixiada.

Es inimaginable el dolor tan profundo que me embargó. Los seres humanos en esos casos empezamos a juzgar sin detenernos a pensar que somos simplemente eso: Seres humanos, capaces de cometer cualquier error que en algunos casos como este cuesta una vida.

Reflexionando sobre esta familia con un dolor tan grande, pero especialmente en el padre a quien el sentimiento de culpa debe estar matándolo, pienso que ninguno de nosotros tal vez nos imaginamos el grado de stress diario al cual estaba sometido, no lo justifico, pero tampoco lo crucifico, simplemente elevo mis plegarias por esa familia, en especial por él.

Tenía que dejar los dos niños más grandes en el colegio, llevar a la esposa al trabajo, dejar al bebecito en la guardería y luego ir al trabajo, no sé si era la primera vez que hacía la ruta de ese modo, nadie sabe el nivel de presión laboral a la cual estaba sometido.

Esta familia tiene que vivir a profundidad su dolor, esto es a largo plazo, más adelante deben buscar un profesional de la conducta con mucha experiencia en terapia de duelo para que de este modo logren lo más difícil que es la aceptación, y ojalá se una a esto una profunda creencia religiosa, el camino es tortuoso, pero tiene salida.

De todo corazón deseo resignación y que piensen en todo momento que los llamados descuidos son reacciones humanas y que los humanos somos imperfectos…Oremos por esta familia!

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