lunes, 25 de julio de 2016

¿DISCRIMINAN LAS ENFERMEDADES?




Durante el proceso de recuperación de las cirugías de mis ojos fue necesaria la aplicación de varias gotas todas sujetas a horarios diferentes, algunas cada una hora, otras en un ojo si y en el otro no, todas con aplicaciones diferentes.

Gracias a Dios en ese proceso estuve asistida por hija quien como toda una enfermera paciente y experimentada realizó un proceso parecido a una auditoría y las clasificó todas, les colocó delante notas escritas con las horas a la que debían ser administradas.

Además de esto ella programó el sistema de alarmas de mi celular acorde con el horario en que debían ser usadas todas, les juro que no sé cómo no me enfermé de los nervios cada vez que sonaba una mientras yo cogía un sueñito.

Con todo este aparataje el sueño se me distorsionó uniéndose a esto el hecho de que es necesario que duerma boca arriba, posición difícil para mí ya que a veces me da pesadillas, gracias a Dios no fue así.

Como uno de los dones que poseo es pensar mucho, me he preguntado en varias ocasiones: ¿Cómo será llevado este tratamiento post operatorio en una persona iletrada y que ninguno de sus familiares tenga la capacidad y el cuidado necesario para salir triunfante de este proceso.?

Compartiendo esta inquietud con mi yerno, con mucha propiedad él afirma que los dominicanos somos muy solidarios y que en cada familia sin estudios siempre aparece un familiar o un amigo con la capacidad necesaria.

Mientras tanto en mi reposo yo meditaba en torno a que algunas situaciones de salud son selectivas y se podría decir que los pobres cuando se enferman además de la falta de recursos muchas veces el principal dilema es la falta de educación.


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