No sé explicar las razones por las cuales me irrito tanto, cuando mis
principios son agredidos, especialmente, si esta acción es realizada por
alguien con la cual no comparto nacionalidad.
Para no entrar en muchos detalles, ya que prácticamente, casi todo el
mundo tiene acceso a las redes sociales, mientras compartía de una manera muy
sana y alegre con una chica a quien quiero y admiro, llegó una indeseable
mujer, para colmo de otro país, haciendo ostentación de algo que a mí, con todos
los años que tengo, y las cosas que he visto, me dejó sin palabras.
Esta degenerada e irrespetuosa, comenzó a hacer ostentación de que sus dos niños, los cuales tienen edades
tan pequeñas, que ni me atrevo a decirlas, hacían competencia, midiéndose sus
pequeñitos penes, tratando de establecer cuál de los dos lo tenía más grande y
a cuál se le ponía más erecto, y que luego se quejaban de que les dolían.
Ella ambientó su show, mostrando a las presentes, fotos realizadas a los
niños, que ni siquiera saben pronunciar el nombre vulgar de sus pequeñitos
miembros, lo que ella no sabe que eso cae en la categoría de abuso infantil.
Ella, con toda la seguridad que caracteriza a los ignorantes, se jactaba
en decir que eso era parte de su desarrollo sexual, y que a su marido le
encantaba. La situación fue tan asqueante, que por momentos sentí que ella
disfrutaba la situación.
Me mantuve muda, para que no fuera a salir a relucir mi profesión, ahora
bien, ese tipo de personas, que les rueguen a Dios que yo no tenga poder en
este país de la maravilla donde se ve todo.
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