Hace ya algún
tiempo, recibí un mensaje de esos que cambian vidas, me lo envió mi queridísimo
yerno. En el mismo, se cuestionaba en torno a qué pasaría con los seres humanos
si Dios nos quitara todo aquello por lo cual nos quejamos.
Por ejemplo:
-Estoy harto
de este maldito trabajo!...Te quedas sin trabajo.
-Este hombre
me tiene cansada y aburrida!...Enviudas.
Los ejemplos
eran muchos, sé que después de leerlos, caí en un estado de meditación tan
profunda, que desde ese día lo pienso mucho antes de quejarme.
Un ejemplo
de esto, es una película cubana que vi una noche de estas, no sé el nombre, debido a
que había comenzado cuando empecé a verla.
Se trataba de
una mujer muy joven y bella, casada, con dos hijos, una madre que requería
atención y dos trabajos.
Al parecer no
se planificaba para semejante agenda, y tenía la vida convertida en un caos,
solo con ver el aparataje para preparar los niños para el colegio me hizo sentir sumamente estresada, ya podrán imaginarse
que para el marido tampoco había calidad de tiempo.
No pude ver
qué tanto era lo que ella pedía a Dios, pero parece que lo tenía hastiado, pues
él le habló a ella, y con una voz que parecía de ultratumba le dijo que ya
estaba cansado de oírla quejándose siempre y pidiendo lo mismo, y le prometió
resolverle su situación.
Resultado?...Dios
le puso a su disposición cuatro mujeres, tan iguales a ella, que más bien
parecían clones, todas dispuestas a hacer lo que ella ordenara, y todas le
repetían que eran su propio yo….Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario