“La ley del Karma es
simplemente la Ley de Causa y Efecto. Todo efecto tiene su
causa, y cada causa su efecto. Según esta ley, lo que haces
crea una energía que luego vuelve a ti. Si haces algo
considerado bueno, pues eso es lo que te regresa, si lo que haces
se considera malo o negativo, también” (fuente univision.com)
Me encanta esta ley, ya que de manera
inexplicable todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos podido
experimentar lo certera que es la misma, y del cuidado que debemos tener con lo
que sale de nuestras bocas, ya que las palabras pueden convertirse en decretos,
los cuales pueden ser positivos o negativos.
En días pasados, alguien con su actitud me estaba
llevando al borde de la desesperación, era tan grande mi frustración, que de
manera inconsciente, afirmé varias veces que esa persona me las pagaría.
Alguien cercano, empezó a contabilizar las
veces que, producto de la rabia, repetí lo afirmado, llegando hasta seis el
conteo.
Efectivamente, la sentencia se cumplió antes de
lo pronosticado, pero lo inexplicable de la situación, es que a veces pensamos
que nos va a dar satisfacción el desenlace, pero como seres humanos sensibles,
nos sentimos, además de sorprendidos, apenados.
Autora: Epifania de la Cruz
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