Son
ángeles que Dios pone en nuestro camino, se convierten en hermanos, la vida
nos da el privilegio de poder elegirlos, y generalmente entran en nuestro
corazón para no salir jamás.
Según
Gabriel García Márquez: “Morir es no estar nunca más con los amigos”
La amistad es algo tan sublime, que nos resulta increíble en muchas ocasiones, recibir atenciones que nos llegan al corazón, de personas que desde el punto de vista sanguíneo no son nada
de nosotros.
Para que esa magia perdure, entendiendo que el amor es una calle de doble vía, debemos mantener
siempre el contacto, cuidando esos intereses
que tenemos en común.
Muchas veces nos
confundimos, y abusamos de las personas que nos abren su corazón.
Con el verdadero amigo,
nos tenemos que aparentar lo que no somos, y es bueno tener bien claro que
jamás intentará abusar de nosotros. Nunca pretenderá engañarnos, y nos acompañará
tanto en abundancia como en la escasez.
Comparto lo dicho por el
ilustre García Márquez, sin mis amigos,
mi vida no tendría razón de ser. ¡Qué vivan por siempre, son seres especiales!
Autora: Epifania de la Cruz
No hay comentarios:
Publicar un comentario