ESE HOMBRE SI J…

24-3-2020

Es jueves, y a pesar de mi encierro, tomo mi mini laptop, salgo a mi patio a escribir, con papel y lápiz, debido a una avería de electricidad que provocó que todos los aparatos electrónicos se descargaran. Estamos solos en casa, mi marido y yo.

Cuando empecé a escribir, inspirada, disfrutando de mi pequeño ambiente natural, hasta los pajaritos vinieron a visitarme…Todo iba muy bien, hasta que vi al ilustre señor, con intención de tomar café, y lo invité a sentarse a mi lado para que no estuviera solo. ¡Craso error!

En algunas ocasiones, cuando la musa llega y la tengo acorralada, aunque me interrumpan, puedo continuar con la idea, pero al parecer en esta ocasión él tenía la tecla de interrumpir activada.

Iba y venía, y cada vez me preguntaba o sugería algo. Me pongo peligrosa cuando miro hacia arriba, y por dentro de mí,  le pido a Dios sabiduría…

La copa se rebosó cuando me pidió una de mis toallitas desmaquilladoras,  para limpiar su laptop. Por más que le describí el lugar donde estaban, el hombre no las encontraba, tuve que pararme… Detuve lo que estaba haciendo y le di su primer boche, pero total, no me hizo caso.

Retomé mi escritura,  y cuando creo que voy a tener algo de paz, vuelve el señor, con una memoria en la mano, nada más y nada menos que a explicarme la importancia de ser precavidos… Les juro que, en ese momento, tenía varias “malas palabras” 

amontonadas en mi mente, locas por salir, gracias a Dios que se quedaron atrapadas.

Inconscientemente me dio un ataque de risa, porque sin proponérselo, a pesar de todo, se veía gracioso, parece que ese día, como dicen los jevitos, él se puso pa´ mi.

Finalmente, le doy las gracias por sus tantas interrupciones, porque me sirvieron de inspiración para escribir este artículo.

El colmo fue que cuando, en tono burlón, le dije que iba a tener que dividir este artículo en dos partes, porque era muy largo, de manera muy cínica, preguntó, ¿Pero era una biografía…?

Autora: Epifania de la Cruz.