viernes, 3 de julio de 2015

LA VELOCIDAD DE LOS PENSAMIENTOS



“Delante del muerto no se puede mencionar misa”, esa era una expresión clásica de mi difunta madre, queriendo afirmar con esto que cuando estamos involucrados en algo sea bueno o no, casi siempre nos damos por aludidos si se menciona un tema parecido.

Tengo una amiga –hermana de la cual recibimos un favor que nos hace que es de beneficio para toda la familia, en días pasados encontré un mensaje en la contestadora donde ella me pedía que la llamara, no sé la razón por la cual percibí su voz preocupada y de manera inmediata pensé que no iba a poder seguir ayudándonos, me asusté grandemente, pero cuando la llamé era para consultarme algo.

Luego de esto le comenté a mi marido que me gustaría saber a qué velocidad viajan los pensamientos en el cerebro, si algún científico lo ha cuantificado, me imagino que la misma debe ser de una rapidez espantosa.

El pensamiento se acelera por ejemplo en el área laboral en algunas ocasiones cuando nuestro superior nos requiere con urgencia, a veces podemos sentir un frio en el corazón y la preocupación de si hicimos algo mal y cuando llegamos descubrimos que nos va a tratar un tema trivial y qué alivio sentimos.

Debido al rápido vuelo de los pensamientos es sano que escuchemos detenidamente lo que las otras personas nos van a comunicar y que no dejemos que nuestro cerebro se precipite tratando de adivinar lo que nos van a decir, ya que esto puede inducirnos a cometer imprudencias.

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