ROMPIENDO RECORDS
Siempre he admirado a las personas que no se dan por vencidas, pienso que
los seres humanos no deben rendirse cuando de intentar conseguir lo anhelado se
trata.
En esta ocasión, me refiero a Carlos Silver, orgullo dominicano, ganador, aunque
no haya logrado llenar las exigencias necesarias para romper el Guinnes World
Records. Su participación ha puesto en alto el nombre de nuestro país. Lo admiro
y respeto, aunque no le he dado seguimiento al evento.
Pienso que cuando fallamos en algo que queremos lograr, debemos analizar
minuciosamente las razones que ocasionaron el fracaso, y antes de seguir
intentando, estar bien seguros de que cumplimos fielmente con todos los
requisitos, para no repetir la acción. Llamó poderosamente mi atención que las últimas dos veces el veredicto fuera el mismo: Carlos se tomaba “las pausas de descanso más
largas de lo permitido”.
Como profesional de la conducta, me preocupa que esto más que un reto, se
convierta en una obsesión, y me gustaría que conjuntamente con su equipo analice todos los requerimientos, antes de
iniciar otra jornada, que quizás pudiera afectar su salud física y mental.
Lo que realmente me apena es que quizás como compatriotas, y me incluyo, no
le hayamos dado la importancia que merece lo que él está tratando de lograr, debido
a que su voz no se conoce a nivel
masivo.
Sería recomendable que este valioso dominicano, sea sometido a rigurosas
evaluaciones por los profesionales adecuados, y que analicen minuciosamente las
exigencias antes de emprender un nuevo reto, que pueda poner en peligro la
vida de este joven.
Que me disculpen los organizadores, pero en un tercer intento, las
exigencias, si no sufrieron ningún cambio, debieron saberse de memoria.
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