Hay una expresión muy popular que dice que las clases no se suicidan, modernamente hay otra que dice que los bomberos no se pisan la manguera…
Recuerdo que mi madre decía que cuando un pobre y un rico comían en una misma mesa, o el rico le debía al pobre, o la comida la había puesto el pobre.
Estos razonamientos forman parte de unas conclusiones a las cuales llegué, luego de acudir pidiendo ayuda a una pareja de ricos que conocí cuando estudiaba la carrera de psicología.
En ese tiempo y por algunas razones, ellos me hicieron sentir muy bien con su trato, me abrieron, las puertas de su casa de par en par y en el caso de ella, siempre quería hacer los trabajos de la universidad conmigo, obviamente que sin ninguna modestia, Dios me dotó de mucha inteligencia y con los conocimientos y avances tecnológicos de ella lográbamos que nuestras exposiciones fueran excelentes, y él por su parte era tan chulo, que les confieso me confundí de clase social, obviamente nunca me sentí rica, pero,era como si estuviéramos a un mismo nivel …!craso error.!
Creyendo que me la estaba “comiendo” me atreví a pedirle que me ayudaran a conseguirle un empleo a mi hijo, ya que ellos están súper bien relacionados en las altas esferas del gobierno…resultado, él se burló de una forma abierta y sin ninguna contemplación, ella, luego de varias semanas, y guiada por la gran necesidad personal que tengo,me armé de valor y le envié un correo contándole lo sucedido, ella me dijo que había sido una broma de él, pero que me despreocupara que ella iba a resolverme la situación…han pasado varios meses y jamás he recibido de ella ni un saludo, ni un mail, ni una llamada, realmente me equivoque de clase…
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