``Mariquita, Mariquita,
Mariquita abusadora, El hombre que a mí me gusta, Se lo quito a su
señora. Se lo quito, se lo quito, Se lo quito de la vera y después la pongo a ella, de sirvienta y
cocinera``…
Este personaje se autodefinía como una mujer abusadora, y como decimos los
dominicanos, una “quita macho”.
¿Quién le dijo a Mariquita, que si juzgamos por su
nombre, debió ser una mujercita, del tamaño de una niña de poca edad, que es
normal que una mujer le quite un hombre a otra?
Pero lo que verdaderamente rompe todos los records de las estadísticas,
es que, luego de consumada la acción, la esposa pase a ser la sirvienta.
El mensaje es prepotente, abusivo, y me imagino,
que se hizo famoso debido a que, en nuestros tiempos, los niños tenían un nivel
de inocencia generalmente superior a la capacidad de análisis.
Gracias a Dios que los tiempos cambiaron.
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