Es un recurso muy utilizado por los seres humanos, específicamente cuando
nos molesta algo de alguien en particular, pero por alguna razón no queremos
enfrentarlo cara a cara.
Los dominicanos le decimos ´´tirar puyas´´, es una alternativa que
siempre ha estado de moda, especialmente en los barrios marginados. En
ocasiones se logra el objetivo, pero en otras, los resultados pueden sorprendernos
de manera muy inesperada.
Las mismas tienen diferentes efectos, dependiendo a la persona a quien
las dirijamos:
-Puede lograr el objetivo deseado,
y que la persona cambie de actitud, dejando de hacer lo que nos molesta.
-Puede generar una reacción violenta de la persona a quien está dirigida, y que nos
sorprenda tanto que no sepamos cómo responder ante lo imprevisto.
-Como al tirar indirectas generalizamos, puede suceder que alguien en
particular, a quien no va dirigida la descarga, pero que siempre ha sentido
aprecio por nosotros, se sienta incluida, dolida, y decida cambiar la forma de
tratarnos.
Para evitar estas situaciones, la mejor recomendación es, confrontar a
la persona que nos ocasiona el malestar, siempre haciendo uso de las buenas
formas, y explicarle que nos está molestando con lo que está haciendo. No
tiremos puyas, hablemos con responsabilidad.
Autora: Epifania de la Cruz.
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