UNA DIABLILLA AL CONTROL
Siempre fijo mi atención en el tema
de los valores familiares. Aprendí, en un programa de televisión que
últimamente estoy viendo, que los padres debemos recuperar la crianza de
nuestros hijos, que el 90% de las cosas, los niños las aprenden en el hogar, y
mientras cursan el kínder garden.
A esto le agrego que cuando los padres no se ponen de acuerdo, los niños
toman el control, y de qué manera.
El tema viene a mi mente debido a que hace unos días acudí a un lugar a realizarme una
resonancia magnética, como tuve que esperar durante mucho rato, mi atención se
centró en una pareja que estaba lidiando con una niñita, cuya edad oscilaba
entre los cuatro y cinco años.
El lugar estaba repleto de gente y no hubo rincones que la niña dejara de
recorrer, como si estuviera en un campo abierto.
El padre estaba totalmente fuera de control, hablándole a la niña como si
fuera a tragársela viva; la madre, con una actitud como si le hubieran sacado
el aire. Yo, observando el cuadro, histérica interiormente, y con unas ganas de
coger las cabezas de la pareja y chocárselas,
y a la vez, dando gracias a Dios por no ser la abuela de esa niñita engreída.
El ridículo padre hasta le señaló a la pequeña diablilla unas áreas específicas,
bajo la amenaza de que si la chiquita violaba esos límites, le arrancaría la
cabeza. Obvio que el pequeño demonio rompió lo establecido cuantas veces le dio
la gana.
¿Saben por qué suceden esas cosas?...Porque los padres son disfuncionales,
no se ponen de acuerdo, y captando esa debilidad, entonces es la niña quien toma
el control de la situación…Pobre de ellos cuando el calendario los azote,
mientras la niña se convierte, primero en adolescente, luego en mujer.
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