Una de las cosas que tiende a confundir más a los seres humanos, es
poder tener claro cuáles deben ser sus prioridades en la vida.
El tema no es tan simple, debido a que lo entendemos acorde a la manera
en que fuimos formados, y del comportamiento de quienes fueron nuestros modelos
familiares.
Generalmente pensamos que lo primero es la familia, algunos dirán que es
el trabajo, olvidándonos que ocupando el primer lugar, debe estar la salud. Si somos
irresponsables en el manejo de ella, no seremos capaces ver realizados los
sueños.
La salud es el bien más preciado, si la perdemos, no podemos tener la
familia que queremos, y en el trabajo, cuando ya no seamos útiles, seremos
reemplazados, y todo continuará a la perfección, quien nos sustituya, saldrá a
flote con las funciones en las cuales nos creíamos indispensables. En cuanto a
la familia, por ley de vida, continuarán desarrollándose sin nosotros.
La creencia de que el trabajo
está primero que la salud, solo existe en la mente de nosotros, cuidémosla, que
cuando desaparecemos, todo sigue fluyendo, aunque no igual, pero fluye.
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