Solemos creernos dueños de la verdad, seres perfectos, autorizados a juzgar a los demás, sin
pensar que cuando lo hacemos, muchas
veces no calificamos para eso.
Oí a alguien decir que cuando señalamos acusando a alguien, de los cinco
dedos, cuatro apuntan hacia nosotros.
Quiénes somos para rechazar a
alguien porque tenga una preferencia sexual diferente a la nuestra?
Es motivo de desprecio o de burla que a una persona le guste otra de su
propio sexo?
El hecho de que supuestamente seamos ´´normales´´ nos da derecho a creernos
superiores?
Está demostrado científicamente
que esa condición no es una enfermedad y aún hay criterios encontrados en torno a la
influencia de la genética o lo aprendido
en el caso de personas con inclinaciones
hacia su propio sexo.
Sería saludable que las personas homofóbicas se pusieran analizar cuáles
son las causas que le obligan a detestar a seres humanos a quienes les asiste
el derecho de elegir con quien compartir su vida, obvio que respetando las
reglas sociales y sin agredir con su
comportamiento a nadie.
Pudiera ser posible que una persona homosexual menospreciada, tenga más
claro sus valores que otra, que haciendo ostentación de su normalidad no tenga claro la importancia
de estos en los seres humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario