Conocí la historia de un hombre que estaba realizando una maestría, era de color negro y decía ser suizo con descendencia cubana, siempre iba a clases acompañado de un hijo de 12 años y de repente dejó de ir al aula.
la primera versión que se difundió fue que el señor había muerto y en consecuencia hubo manifestaciones de dolor de parte de sus compañeros.
Como el fallecimiento ocurrió un fin de semana, ninguno de sus compañeros pudo ir al funeral,y con excepción de la noticia de la muerte, no recibieron ninguna prueba fehaciente de que el mencionado señor pasara a mejor vida.
Han pasado los días y en torno al suceso se han desarrollado las versiones más insólitas que oídos humanos oyeran:
-Que el niño no era su hijo,sino una persona que él abusaba.
-Que la madre del niño es adicta, que lo tiró a la calle cinco veces y este ¨suizo¨ lo recogió.
-Que el señor es un pastor evangélico
-Que el niño estaba en la escuela Brasil y cuando fueron buscándolo se había desaparecido.
-Estaba fuertemente relacionado en las altas esferas del gobierno y entraba y salía del país como Pedro por su casa.
-Estaba haciendo varias maestrías al mismo tiempo
-Era una especie de espía...
-Y según sus vecinos, en el sector donde vivía, nadie falleció
Todas estas informaciones han provocado que se haya expandido una histeria colectiva entre sus compañeros de aula, y que algunos de ellos hayan caído en estado de pánico.
Una de las profesoras con experiencia en el manejo de ¨fantasmas¨ y con conocimiento de causa, afirmó que si el ¨suizo muerto¨no ha muerto, en cualquier momento puede hacer su aparición.
El grupo prácticamente respondió con un AAAAAYYYY de terror y a coro contestó que se oponen totalmente y que si el supuesto muerto apareciera va a recibir el repudio de todo el curso.
Suponiendo que él haya decidido abandonarlo todo ¿A quién le afecta?... esto me acuerda una vieja canción que decía: ♪♪♪NO ESTABA MUERTO, ESTABA DE PARRANDA♪♪♪
Nota:
Este artículo pudo ser escrito gracias a la colaboración de mi querida amiga Marisela Larancuent, quien me ayudó a formular la historia y a agregarle ese toque de locura que nos caracteriza a ambas
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