Una vez
caminando por los pasillos de mi lugar de trabajo, saludé a una amiga que
hablaba con un joven, luego ella me comentó que cuando yo di la espalda, él dijo que le
gustaba mi actitud debido a que yo me desplazaba como si fuera la reina del universo, bueno se
equivocó, soy una princesa, porque soy hija predilecta del Dios en que yo creo.
Saben por qué
mi forma de actuar?...Me siento segura
de mi misma, no tengo miedo, no tengo dinero, pero me siento exitosa y eso me
hace sentir poderosa, como diría Florangel de Jesús, una predicadora que a
veces oigo: ´´Las mujeres que creen en Dios son guerreras, son peligrosas
porque andan armadas con la fe.´´
No vivo
pendiente a rumores, a las cosas que me afectan trato de ganarles la batalla, ninguno de mis
defectos me acomplejan, trato de vender mis virtudes y mis talentos, todos
tenemos dones y a veces no lo sabemos.
Vivo
orgullosa de mi origen y mi raza y de lugar donde modestamente vivo, sin envidiar
los logros de los otros.
Tengo
momentos de felicidad y tristeza como todos los seres humanos, pero le doy
gracias a mi Dios por todo.
Estas reflexiones me hacen recordar una
canción de Marcos Yaroide que dice: ´´Has sido bueno, señor conmigo, pues tu mano me
sostiene en la curva más cerrada del camino´´…
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