domingo, 27 de marzo de 2016

EL PRECIO EMOCIONAL


No sé cuantas veces me he preguntado:¿Qué significa caro?...Y siempre me respondo:´ ´Es aquello que no puedo pagar.´´
En nuestro hogar se teoriza mucho y en un momento en que nos estábamos refiriendo a una joven que usualmente nos presta un servicio yo comentaba que en los últimos días ha descendido la calidad del mismo.

En búsqueda de soluciones acudí a una persona que hace un mejor trabajo, pero cobra más caro, la opinión de mi marido fue que eso no resultaba debido a que tenía que pagar más.

Alegué que mi difunta madre afirmaba que lo que no se iba en llantos se iba en suspiros, que no es que la nueva persona cobrara mucho, sino que la anterior cobraba poco, y encima de esto no valoraba al cliente ni a su trabajo y que a final de cuentas el coraje que cojo cuando esa persona me falla no tiene precio.

En ese momento mi hijo le puso nombre científico al tema, nos dijo que ese precio que no es en dinero y que pagamos cuando nos incomodamos porque alguien nos queda mal, se llama ´´Precio emocional´´ y a renglón seguido nos dio una cátedra sobre el tema.
Luego de oírlo atentamente se me ocurrió que es mejor pagar el doble por el precio monetario que sucumbir a un infarto pagando el precio emocional, el primero afecta el bolsillo, el segundo al corazón.

Ahora bien por elevado que sea el precio monetario, invitamos en él para evitar pagar el precio emocional…¡ Qué vivan los teóricos!

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