Por razones de principios y una experiencia traumática del ayer, soy
indiferente a los juegos que generalmente enloquecen a la mayoría.
Ahora bien, las personas que vivimos en los barrios marginados tenemos
acceso a oír y ver cosas inusuales, desde alguien que compra habichuelas
blanditas en la esquina llevando el envase debajo de las axilas, hasta otro que
vende algo de comer en una mesita de dos niveles y en uno de ellos tiene
un perrito amarrado…Nadie le da mente a eso o no tienen la educación necesaria.
Ayer mientras estaba sentada en mi galería pude escuchar la
conversación dos niños que se veían muy inteligentes y el tema de conversación
obviamente era el famoso juego Pokemon Go.
Parece que ambos son amiguitos y uno le dijo al otro:
-Oye, anoche me puse en el balcón y apunté mi tablet en dirección a la
iglesia que está al lado y localicé seis pokemones!!!
-¿Cómo?..Entonces los pokemones estaban en la iglesia?...¿Ellos son
religiosos?
-No sé, pero pensándolo bien parece que dentro de la iglesia algunos
hermanos no estaban en lo que realmente deberían estar…
-¿Y tú crees que alguno de ellos discretamente estuviera jugando?
-No sé, pero si es así, esto se jodió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario