No cabe duda, de que papa Dios se desborda con las personas, hay que tener cuidado, cuando pedimos lo que creemos merecer, porque a veces nos manda tanto que no sabemos que hacer.
Como les dije que el domingo 12 era mi cumple, el sábado anterior, mi querida familia me obsequió un momento, justo como a mi me gusta, sin mucha gente.
La fiesta estaba formada, por una cantidad grandísima de personas: mi esposo, mi hija, mi hijo, su esposa, mi nieto y yo. Había nueve globos, seis gorritos y un pastel (así le dice mi niño) de media libra.
Todo parecía completo y estábamos dispuestos a proceder a saborear el sancocho, cuando mi niño reclamaba un letrero que dijera: FELIZ CUMPLEAÑOS, y preguntaba por las velas, como aún no sabe contar, ignora que cincuenta y ocho velitas no caben en esa cantidad de libras.
Al pasar a la mesa, empezamos haciendo una oración, y cuando menos lo esperábamos, interrumpió una vocecita diciendo: ¡JESUS, TE AMO, JESUS! Era mi nieto, que con sus ojitos cerrados invocaba a Dios, pienso que no puedo pedir mas.
Al día siguiente, fuimos mi esposo, mi hija y yo a comer a un restaurant bien lindo, la dirección fotográfica estuvo a cargo de dos reconocidos profesionales: mi nieto y mi hija.
Concluyo este artículo, dándole gracias a Dios por todas las bendiciones que he recibido en este camino, gracias por mi bella familia, por todas las personas que me quieren y me desean bienestar, por la claridad que ilumina mis días!GRACIAS PAPA DIOS!
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