No les había comentado que
aparte del cine y la buena música, siento una pasión desenfrenada por los
circos, es por esta razón que cuando estos vienen al país la ansiedad se
apodera de mi.
Mi deseo hubiera sido
invitar a toda la familia, pero razones económicas impidieron que esto se cristalizara,
les juro que sumé , resté y creo que hasta saqué la raíz cuadrada, pero no se pudo.
Pero aquí hay un refrán que
dice: “El que no se puede tirar, se jondea”…
Precisamente, eso fue lo que
hice…aprovechando que mis dos nietos se fueron a pasear para el campo, se me
prendió el bombillo de la inteligencia, compré mi boleta y me fui al circo, tal
como vine al mundo:¡sola!
Valió la pena, fue como un todo incluido, lo disfruté desde
el principio hasta el final, les juro que en mi vida he asistido a pocos eventos
tan organizados, sentí que me daba un gran lujo, pude entender que siempre decimos que el agua es vida,luego de ver este circo, pienso que realmente el agua tiene vida...
Les invito a asistir, nunca olvidarán
esa experiencia.
Al finalizar el espectáculo hay un detalle muy
interesante para los que no tenemos vehículos, y es que ellos tienen contrato
con una prestigiosa compañía de taxi de
este país que te hace sentir como si fueras una reina en limosina.¡TREMENDO
CIRCO!
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