martes, 18 de mayo de 2010
UVEITIS (PARTE FINAL)
SÍNTOMAS
Los síntomas de la uveítis incluyen mayor sensibilidad a la luz (fotofobia), visión borrosa, dolor y enrojecimiento del ojo. La uveítis puede aparecer súbitamente con enrojecimiento y dolor, o puede ser progresiva, lentamente en un principio con poco dolor o enrojecimiento y pérdida progresiva de la visión.
DIAGNÓSTICO
Éste se establece con un examen minucioso del ojo. La inflamación en el interior del ojo puede afectar de forma irreversible a los tejidos oculares y con el tiempo provocar ceguera.
En algunas circunstancias se requerirán análisis de sangre, análisis de piel y exámenes radiológicos. En casos más específicos, será necesario plantear una punción biopsia del interior del ojo para buscar células u otros elementos que ayuden al diagnóstico y en algunas ocasiones es necesario practicar una cirugía del ojo, para ayudar al diagnóstico. Como la uveítis puede estar asociada con enfermedades del resto del organismo, una evaluación y comprensión del conjunto de la salud médica del paciente es importante.
TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES
El tratamiento precoz es necesario para disminuir la pérdida de visión. Las gotas, especialmente esteroides y los midriáticos son los fármacos de elección para disminuir la inflamación y el dolor. Para los procesos de localización posterior, la medicación oral, o las inyecciones pueden ser necesarias. Complicaciones como el glaucoma (aumento de la presión del ojo), cataratas (pérdida de la transparencia de la lente del ojo), o formación de nuevos vasos sanguíneos (neovascularización), pueden necesitar tratamiento en el curso de la enfermedad. La uveítis que se origina en la parte anterior y media del ojo (iritis o ciclitis), suelen tener un inicio rápido y una duración que oscila entre 6 a 8 semanas. En los primeros estadíos se puede controlar con el uso de gotas apropiadas, sin necesidad de recurrir a terapias más complicadas. A menudo, estos tipos de uveítis no son debidas a una causa específica, sino a factores múltiples. La uveítis del polo posterior del ojo (coroiditis), es comúnmente de aparición lenta, pero de evolución más prolongada y de más difícil tratamiento.
La uveítis es una enfermedad grave que puede afectar de forma irreversible a la visión, ocasionando ceguera. Un caso de simple "ojo rojo", puede de hecho ser un serio problema de uveítis. Un "ojo rojo" que no se resuelve rápidamente, debería ser evaluado y tratado por un oftalmólogo, debiendo acudir al especialista incluso con carácter de urgencias.
Fuente:Entorno Médico
Escrito por: Dr. Gustavo Castillo R. Ced. Prof. 1256736
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