LAS TERAPIAS SÍ FUNCIONAN
Siempre, aun antes de ser psicóloga, le tenía mucha fe a las terapias. De hecho, mis dos hijos acudieron al Centro de Rehabilitación por problemas relacionados con el habla, situaciones que este prestigioso centro resolvió con una rapidez y profesionalidad increíbles.
Hay muchas personas que cuando les hablan de rehabilitación creen que ahí solo se trabaja la parte física: falta de puente en los pies, piernas torcidas, recuperación después de un accidente, etc.
Mi nieto tenía dos años y se podían contar las palabras que decía. Les juro que sólo eran siete, pues las contamos. Como mi hijo habló tardísimo no le dimos mayor importancia, hasta que se tomó la decisión de ir a evaluarlo a rehabilitación.
A su ingreso fue evaluado por un equipo compuesto por un neurólogo y psicólogas, estas últimas para trabajar tanto al niño como a los padres.
Se le empezó a dar terapia conductual y estimulación en el centro conjuntamente con las tareas que les eran asignadas a los padres en el hogar.
Al cumplir los tres años fue donde empezó la parte más emocionante, cuando a Iván Jose empezaron a darle terapia del lenguaje una vez a la semana (esta terapia es mas bien privada, ya que en el centro había algunos problemas internos que resolver y lo refirieron).
Su terapia semanal la recibe de su querida psicóloga Yoli, la cual nos sugirió un colegio con el método Montessori, y es a partir de ahí cuando se dieron los grandes cambios en el niño.
Es difícil describir los progresos de este niño cuyo vocabulario hace un año era tan limitado y hoy, gracias a sus terapias, hemos podido disfrutar de verlo orando y pidiéndole a Jesús COMPUTADORA CON INTERNET. Naturalmente aún falta camino por recorrer, pero él está rodeado de personas que están dispuestas a hacer todo el esfuerzo que sea necesario para llegar a la meta.
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