LAS PERSONAS ROBA- TIEMPO
Se te aparecen en la casa sin anunciar, están conscientes de que no son bienvenidos, pero a ellos no les importa.
sueño, pues generalmente su conversación no es nada interesante.
NO importa que le digamos que tenemos mucho que hacer, que tenemos que salir, que nos duele la cabeza, que estamos esperando a alguien, el roba- tiempo no se da por aludido y continúa arropándonos con su impertinencia.
Mi madre tenía para estas personas una fórmula que ella afirmaba que no le fallaba: colocaba una escoba al revés detrás de la puerta, le ponía sal y le caía a golpes al palo de la escoba; coincidencialmente a veces las personas se iban, pero otras yo me reía porque veía que las personas se retiraban cuando les daba su gana.
Es importante con estas personas que establezcamos las reglas del juego, pues pueden llegar a ser muy agotadoras y absorbentes y las personas planificadas y que vivimos por agenda no nos podemos dar el lujo de manejarnos con el tiempo del otro.
De manera personal me he visto involucrada en ciertas situaciones con este tipo de personas que me han obligado a decirles que realmente no puedo en ese momento dedicarles tiempo. Debemos recordar siempre que con las mismas hay que manejarse con firmeza y hacerles entender que nuestro tiempo no es algo que ellas puedan manejar a su antojo, pero no se trata de hacerlas sentir mal; debemos tratar de que no se nos vaya la mano y perdamos algo valioso que se llama sutileza.
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