jueves, 5 de noviembre de 2009

EL MARCHANTE CRISTIANO



Las creencias religiosas muchas veces hacen que los seres humanos actúen como si fueran dementes, especialmente si son evangélicos o testigos de Jehová, siempre creen que sólo ellos tienen la verdad.

Lo que les voy a contar, es posible que les resulte algo cómico. Conozco un marchante (vendedor ambulante) que tiempo atrás se caracterizó, además de que sus mercancías eran las más grandes y hermosas del universo, por ser un personaje sumamente grosero y áspero.

Cuando promocionaba sus mercancías, usaba una serie de palabras vulgares para referirse a ellas, por ejemplo decía: ¡Malditas mujeres, vengan a comprar la maldita yuca, los azarosos plátanos! Como ustedes comprenderán la mayoría de las mujeres del barrio, se abstenían de comprarle, aunque siempre vendía calidad superior.

Un mañana tempranito salgo al oír una voz estruendosa, predicando la palabra de Dios, de pronto, veo al hombre ,parado en el medio de la calle, con el triciclo lleno de víveres, dando un testimonio de todas las cosas malas que había hecho en el pasado, incluyendo crímenes y robos, todo esto lo expresaba con un altoparlante.

Me impactó mucho la actitud de este señor pues entiendo que en los dos casos estuvo en los extremos, cuando era un simple mortal asustaba con sus groserías, ahora asusta con sus predicas exageradas, para serles sincera, el primero me gustaba mas, porque aunque nunca le compré, me reía con sus ocurrencias. ¡CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR ¡

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