miércoles, 16 de junio de 2010

CHARLAS Y CONFERENCIAS



Recibí un mail de mi hijo, en el mismo hay un artículo escrito, donde se plantea la interrogante de cuán efectivas son las charlas y las conferencias, escrito por Martha Mejía para el periódico Listín Diario, él pensó que me sería de utilidad para este blog.

El artículo se refiere dentro de otros temas a que las empresas, comprando las ideas de los negocios que ofertan servicios de capacitación, seleccionan empleados para enviarlos a adquirir nuevos conocimientos, pero muchas veces no se cercioran de si estos aprendizajes están dentro de los intereses del personal elegido.

Me llamó la atención, pues el tema se puede ver desde diferentes ángulos, en algunos casos, se presentan situaciones en que los empleados de una empresa determinada no gozan del privilegio de que le costeen sus aprendizajes y tienen que agenciarse sus propios conocimientos.

Es entonces cuando tienen que enfrentarse al suplicio de tener que ser orientados por facilitadores que chequean un libro, lo montan en Power Point y empiezan a leer textualmente de la pantalla, para mí eso es un irrespeto total, luego de haber cobrado generalmente una gran suma de dinero.

Recuerdo una vez que asistí a un seminario sobre la estimulación temprana del niño, me crearon muchas expectativas. Cuando fui el expositor era francés, no sabía una sola palabra es español, por tal razón fue contratada una intérprete bastante aburrida, lo cual ocasionó que antes de transcurrida una hora, la mayoría de la audiencia estuviera dormida, claro está que yo iba a la cabeza en cuanto a competencia de sueño.

Pienso que las empresas deben depurar bien el personal que selecciona para estos fines, pero a su vez quienes ofertan capacitación deben ser personas serias que cumplan con los paquetes que promueve

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