
Espectáculo registrado oficialmente en 1978, encabezado por 15 bailarines profesionales y modelos, los cuales interactúan directamente con las mujeres.
Hombres de rasgos orientales, negros, anglosajones, caucásicos y latinos; pieles libres de bello algunos y presumiendo bronceado, colores moreno y blanco; cabellos rubio, exuberancia, gritos, prototipos de virilidad, fuerza en los movimientos y coreografía, música "tecno" y gestos que despiertan el deseo y la lujuria, pelo hasta el hombro o muy corto.
Es un espectáculo de luces fusionado con los sonidos de diferentes géneros musicales y presenta verdaderas historias eróticas, como la situada en una oficina donde el ejecutivo se quita desde la corbata hasta los calcetines.
La edades de los bailarines oscilan entre 23 y 32 años; sin embargo, por su actitud y, desde luego, el físico con el que cuentan, los años son lo de menos.
Entre el público que asiste a verlos hay mujeres de todas las generaciones, quienes no dudan en gritar, levantarse de las sillas y ¿por qué no? tocar a alguno en cualquier descuido.
En Chippendale hay de todo: vaqueros sexys, marinos sensuales, doctores eróticos y muchas mujeres apasionadas, pero sobre todo incrédulas por lo que ven en el escenario. Sus coreografías están dramatizadas e impregnadas de una fuerte carga erótica.
Comentario:
En esta producción además de la abundancia del erotismo, esta llena del vacío existencial de muchas mujeres insatisfechas que sólo de este modo logran realizar sus fantasías.
Fuente:elsiglodecorreón.com.mx
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