Todas las regiones tienen frases y formas de hablar que las identifican,
es así como en este país, cuando escuchamos a algunas personas, inmediatamente adivinamos
de dónde es.
No sé de qué lugar era una empleada doméstica, que trabajaba en la casa
de una amiga, que me contó la siguiente situación:
La muchacha, a pesar de ser muy laboriosa, llevaba una vida bastante dislocada, en ocasiones se desaparecía con algún hombre, y luego se inventaba
cualquier cosa, hasta decía que estaba enferma.
La patrona la quería mucho, no quería prescindir de ella, pues, a pesar
de todo, era excelente en todo lo que hacía, de modo que ésta optó por
aconsejarla.
Se dio entre ambas el siguiente diálogo:
-Mi hija, sienta cabeza con un solo hombre, la mayoría solo quieren a la
mujer para llevarla a la cama.
-Ay doña, uté da eso consejo,
como tiene su marío…
-Si mi hija, tengo mi esposo bueno, porque nunca estuve de loca por la calle.
-Ay eso que uté me dice, me da inclusive.
-Te aconsejo por tu bien, me daría mucha pena saber que conseguiste una
enfermedad.
-Ay doña, eso a mí me da verosímil.
La doña, entendiendo que estaba perdiendo su tiempo, e incapaz de
explicarle que esas palabras no significaban lo que ella entendía, optó por
cerrar el capítulo.
Todo parece indicar que, a la patrona, le dio “inclusive y verosímil”,
al mismo tiempo.
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