Jamás imaginé trabajar desde mi hogar, quizás sea un ensayo preparado
por papá Dios, ya que hace mucho tiempo decreté, privando en escritora, que voy
ganar dinero, en pesos, dólares y euros, desde un rinconcito de mi casa. Como a
los sueños se les da forma, tengo la estructura montada.
Con la situación provocada por el Coronavirus, para no aburrirme, me
asigné un horario para los temas laborales y el tiempo restante, escribo, veo
televisión, cuido lo que como, me pongo muchas cremas, en fin, busco la vuelta con
diferentes alternativas.
En uno de esos momentos de ocio vi
un concierto de una artista que me fascina: Shakira, pequeñita y
hermosa, vivo ejemplo del concepto que tengo de sensualidad.
Para mí lo sensual es sutil, envuelve, pero no incita al morbo. Mis ejemplos
en el arte son: Chayanne, Shakira, Ednita
Nazario, Miguel Bosé y de mi tierra, mi admirado Frank Ceara.
Lo sensual acaricia los sentidos, lo sexual es vulgar, en ocasiones nos hace sentir avergonzados.
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