miércoles, 3 de junio de 2009

ADENOIDES, DEFENSORAS DE LA GARGANTA









Las adenoides son tejidos situados entre nariz y garganta, cuya función consiste en atrapar a los gérmenes que ingresan al organismo mediante la respiración. Debido a que dichos protectores se encuentran en contacto frecuente con microbios corren alto riesgo de infectarse y, de no recibir tratamiento, pueden presentarse sordera y asfixia.

Las adenoides están presentes en el organismo desde la vida embrionaria, pero es partir de los 2 y hasta los 7 años que se desarrollan para ofrecer la protección extra que requieren los niños para combatir infecciones.

Después de los siete años el tejido adenoidal comienza a disminuir su tamaño y casi desaparece al llegar a la pubertad, etapa en que son presa fácil del ataque de microorganismos infecciosos, principalmente en quienes se inicia el hábito de fumar.
Los principales síntomas que experimentan quienes padecen problemas de adenoides, tanto pequeños como adolescentes, son:

• Dificultad para respirar por la nariz.
• Ronquidos.
• Apnea (interrupción de la respiración durante algunos segundos mientras se duerme).
• Congestión nasal.
• Tos nocturna.
• Sensación de oído tapado y pérdida de audición.
• Otitis aguda, es decir, inflamación del oído medio en forma súbita, la cual llega a ser tan severa que obstruye las trompas de Eustaquio (pequeño canal que comunica al oído medio con la garganta) y el paso de aire a través de la nariz.

¿Cuál es el tratamiento?

Cuando los chicos presentan los síntomas antes descritos es fundamental llevarlos de inmediato al médico para confirmar la presencia de infección en adenoides mediante interrogatorio, revisión física, análisis de secreciones y sangre, y/o radiografías.
Una vez realizado el diagnóstico, se prescribirá la administración de antibióticos y descongestivos nasales, pero si no se reduce la inflamación en adenoides, la infección se presenta repetidamente (pese a los medicamentos) y se ven comprometidas audición y respiración, será necesario recurrir a intervención quirúrgica.

Dicha cirugía consiste en extirpar las adenoides mediante raspado con un instrumento especial, para lo cual se requiere anestesia general; ahora bien, antes de que se efectúe la operación los padres deben estar al tanto de los siguientes puntos:

• El paciente debe guardar ayuno al menos ocho horas antes de la intervención quirúrgica.
• El chico contará con estrecha vigilancia por parte del anestesista, y sus funciones vitales (por ejemplo, respiración y latidos cardiacos) serán monitorizadas.
• El médico extraerá las adenoides a través de la boca mediante raspado, por lo que no será necesario realizar incisiones o cortes en la piel.
• La extirpación del tejido protector no tiene influencia negativa en las defensas del organismo, ya que esta función es suplida por otras estructuras u órganos.
• En la mayoría de los casos el tiempo de estancia en el hospital es entre 5 y 10 horas.
• Al dar de alta al paciente, el especialista prescribe tratamiento con antibióticos, el cual se debe seguir al pie de la letra para evitar complicaciones.
Hay que tomar en cuenta que después de haber removido las adenoides se forma una costra que por ningún motivo debe tratar de desprenderse aunque se perciba sensación de tener algo que estorba en la garganta, pues podría presentarse hemorragia.

Asimismo, es recomendable evitar la práctica de ejercicio brusco, seguir dieta blanda y fría (verduras, frutas, gelatina, abundante agua y carnes blancas) y no administrar ácido acetilsalicílico debido a que interfiere con el proceso de coagulación.

Como puede ver, en ocasiones la infección en adenoides puede tornarse severa y poner en riesgo funciones importantes del organismo (respiración y audición), por este motivo es indispensable llevar a los chicos al médico ante cualquier síntoma extraño. De esta manera será posible que se mantengan en buen estado y que su calidad de vida siempre sea óptima.
Fuente: www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?

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