No sé si esta enfermedad tendrá cura, es silenciosa, se adueña del hogar, de las personas, de los niños, jóvenes y viejos y cobra cada vez más fuerza: es la tecnología.
Soy una mujer totalmente dispuesta a los cambios y siempre abierta para entender los diferentes artefactos que forman parte del diario vivir, pero por momentos, siento que me estoy idiotizando, pues a veces quisiera poder resolverlo todo con un control remoto en mis manos.
Para poder ver una película en mi casa, hay que tener a manos dos controles, me coloco bien cómoda encima de la cama y me rodeo de los siguientes aparatos: los dos antes mencionados, el teléfono inalámbrico y el control remoto del aire acondicionado.
Muchas veces me sucede lo siguiente, quiero hacer una llamada y cojo el control de la televisión, otras veces, suena el teléfono y cojo el del DVD y de repente, me sorprendo intentando encender el aire con cualquiera de los otros, por este camino o me concentro mejor o me van a ira a ver al psiquiátrico, causa de la enfermedad: ¡SINDROME TECNOLOGICO!
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