Eran aproximadamente las ocho y algo de la mañana, mi hija y yo nos apersonamos al banco de reservas, con la intención de autorizarla a retirar de una cuenta de ahorros que poseo en esa institución.
Cuando le informo a la persona que me atendió en servicio al cliente del objetivo de mi visita, ella sintiendo que se las estaba comiendo, me afirma muy seria que para yo hacer esta operación debía presentarme en el banco con dos testigos.
No sé que me pasó, pero me encontré esta respuesta tan cómica, que empecé a reírme a carcajadas, de una manera incontrolable, los ojos se me llenaron de lagrimas, mi hija se rió también, pero sentía un poco de timidez, frente a la persona que nos atendía. Contuve las ganas de decirle: !GRAN COSA, DESCUBRIERON LA FORMULA DEL AGUA TIBIA!
Realmente no entiendo la lógica de esto, luego fuimos a otro banco a realizar la misma operación y resolvieron como en cinco minutos, me quede pensando, porque no hicieron lo mismo cuando yo deposité el dinero.
Como no es una fortuna la que está depositada, optamos por solicitar tarjetas de debito para poder retirar de la cuenta de ahorro, así en caso de emergencias, puedo enviar a alguien de mi confianza a retirar y así evitar que te vaya a dar un soponcio. ¡CUANTA EFICIENCIA!
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