miércoles, 30 de septiembre de 2009

LAS DOS CAMPANAS (PARTEII)



En un artículo anterior les escribí sobre lo importante que es en la vida, cuando tengamos que actuar como árbitros entre dos partes en conflictos, oír de manera imparcial a cada una de ellas, sin juzgar sólo a una de manera individual.

Les publiqué la versión del lobo, porque siempre hemos oído la de caperucita roja, niña, cuya edad no sé, pero me parece que era algo tonta.

Si pudiésemos poner en una balanza ambas versiones, podríamos entender que cada cual por su parte, tiene su verdad.

Cierta vez oí a alguien contar sobre un señor que estaba ordeñando una vaca, y de buenas a primeras le entró un calor insoportable, y como estaba sólo procedió a desnudarse.

A continuación, apareció un compadre de él y le pregunto: ¿compadre, qué está haciendo? a lo que este respondió: !Haciéndole el amor a la vaca! Le contesto así porque aunque le explique las razones usted no lo va a creer, entonces crea lo que le dé la gana.

Aplicando lo aprendido si oímos la versión del ordeñador, como este es un país tan caluroso, nos pondremos en su lugar y comprenderemos, pero si sólo creemos lo que diga el compadre, concluiremos con que estamos en presencia de un degenerado, de una persona que padece Zoofilia, es decir que siente inclinación sexual hacia los animales.! QUE DURO!

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