Todos en la vida hemos tenido perdidas, este término no sólo se refiere a la muerte un ser querido, se consideran como tal, el divorcio, cuando te despiden de un empleo, cuando te mudas a otra ciudad y aunque parezca paradójico, el matrimonio, que para la pareja significa una felicidad, para los familiares puede ser una perdida, siendo las mismas muy difíciles de superar, pero ¡SE PUEDE!
Lo primero que debes tener en cuenta es que no la superarás, si no pasas el primer escalón !ACEPTARLA!
La muerte es una de las más duras, porque aunque la ciencia haya dictaminado que no hay vida, siempre nos aferramos a ella.
Cuando doña chela, mi madre murió, guardé todas las fotos de ella,no quería verlas,pues para ser feliz, a veces jugaba a imaginarme que ella vivía.
Aproximadamente al mes de su ida, encontré por casualidad el librito que se llena en las funerarias y el desplome fue tan grande que no encontraba como pararme del reducido espacio donde estaba.
¿Qué hice?, lloré hasta formar un rio, y luego que mis ojos se secaron, entendí que estaba cometiendo un error ! no aceptaba lo sucedido! pensé que era egoísta de mi parte mantenerme en esa actitud, porque Dios me la había regalado por muchos años y aun conservaba demasiadas cosas en mi vida: Mi esposo, mis hijos, mis amigos y sobre todo me conservaba a mi misma y si seguía en esa onda me perdería.
Cuando pude pararme, busqué la mejor foto de ella, la puse en el gavetero, hasta que me acostumbré, y su presencia dejó de ser una sorpresa para mi.
Hice un análisis de conciencia: fui buena hija, hice todo lo humano y llegué con ella hasta donde Dios y la ciencia me lo permitieron ¿Quién era yo para pretender que ella permaneciera postrada en una cama, donde no había esperanzas? ¿Tú quieres a un ser humano, amado por ti, en esas condiciones? ¡NO ES HUMANO!
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