

La actitud mental es indispensable para mantener la salud, pues un estado anímico negativo puede ocasionar un descenso en nuestras defensas, es decir en cómo enfrenta nuestro organismo las cosas malas o buenas que nos pasen.
En mi sector residen dos mujeres sobrevivientes del cáncer: una es relativamente joven y la otra , una señora entrada en años, si pones una delante de la otra , te puedo asegurar que son totalmente opuestas, la primera dice que ella es la vida y que esa enfermedad no la va a derrotar, obviamente, está como una flor, se le cayó todo el pelo, y durante ese proceso usaba un gorrito o pelucas en diferentes colores, siempre con la frente en alto. Ahora le esta saliendo su pelo y anda orgullosa con él, todo cortito como si fuera un varón, no le importa, cree que vencerá y ya eso la declara ganadora.
La segunda se ha entregado, le han caído encima todos los años del mundo, es la estampa viva de la desolación, no se arregla y luce en depresión total.
Obviamente, la primera tiene algo indispensable en estos casos, y es el apoyo familiar, el calor de un abrazo te hace sentir importante. La segunda, no supo sembrar.
Fue mala con su madre y tal parece que sus hijos van a repetir la conducta que aprendieron con ella, es tan triste su situación que a veces tiene que irse sola a recibir sus terapias, generalmente cosechamos lo que sembramos.
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